¿Somos máquinas? Respuesta catalogada 7158-5K

Somos lo que somos. Te ves al espejo y cada mañana te cuesta más reconocerte, crees que lavándote la cara y quitándote las pegajosas legañas que has estado criando toda la noche verás las cosas más claras. Pero no es así. Al otro lado del espejo persiste la máscara vacua y flamígera que trata de convencerte que eres tú, e insiste en quitarte las ganas de hurgar un poco más allá. Te apartas convencido, quitándole importancia a la rutina interrogante de cada mañana. Pero como cada mañana también, sabes de tu autoengaño. La máscara te cubre, te protege... pero no a tí. No al tú que crees conocer, sino a la máquina. Eso es lo único que sabes seguro. Que eres una máquina. Una máquina que cada día necesita combustible para funcionar, que necesita que la den cuerda, y que recibe instrucciones de aquel que te concede el combustible. Tus engranajes están diseñados y construidos con una finalidad, y la rebeldía que piensas sentir cada mañana es solo una disfunción prediseñada y por lo tanto manejada y subyugada al instante. Un proceso operativo más para que la máquina siga operando. Y sabes que seguirá operando. Hasta que el operador te diga lo contrario.

Stan "The Man" Lee

En el fondo está más de moda que nunca, ya que gracias a sus apariciones estelares en las adaptaciones de comics de la Marvel, ahora muy en boga, casi todo el mundo sabe quien es Stan Lee, el padre de prácticamente todos los superheroes de la Marvel. Pero nunca está de más acordarse de él, ya que no solo es un tipo con una buena imaginación y culpable de que muchos infantes intentaran (e intenten actualmente) subir por las paredes, o ponerse unos lápices entre los dedos a modo de garras de adamantium.

Nacido con el nombre de Stanley Martin Lieber, allá por el 28 de diciembre (buena fecha...) de 1921, su principal ambición era ser escritor como sus admirados Robert Stevenson o Arthur Conan Doyle, y lo cierto es que aunque en otro campo, Stan se acerca como mito a la categoría de estos autores. Entró a trabajar en la editorial Timely, germen de la futura Marvel, a finales de la década de los 50's, y trás escribir de todo menos algo que le inspirara, en 1961 creará, junto al dibujante Jack Kirby (otro hiper-mito), a Los Cuatro Fantásticos, dando el pistoletazo de salida a una década super-fructífera (y nunca mejor dicho), de la que de su mente fervorosa saldrán SpiderMan, La Patrulla X, Daredevil, Los Vengadores, y un largo etc. de super tipos, la mayoría de gran éxito desde su salida en los comics.

Cierto es que todas estas creaciones no son solo fruto de su mente desquiciada, ya que todos sus personajes son el resultado de su unión con un dibujante, casi siempre virtuoso, como el propio Kirby, John Romita Sr., Gene Colan, John Buscema, etc.

Lo que si es seguro es que el tipo supo venderse, y fue y será la cara pública de dichas creaciones. Si Hugh Hefner siempre anda rodeado de conejitas Playboy, Stan esteba siempre de fiesta rodeado de superheroes y heroinas de alto contenido en Pop, sobre mientras fue editor jefe de la Marvel hasta bien entrados los 70's.

Bien es cierto que a partir de los 80's su trabajo editorial es más bien escaso, relegado a papel de embajador de la Marvel más que un puesto de toma de decisiones, pero su figura como mito no hace sino crecer hasta la actualidad, donde no solo hace cameos en prácticamente todas las adaptaciones a la gran pantalla de sus comics de supertipos, e incluso presentando un programa de TV llamado ¿Quien quiere ser un superheroes? (como un Operación triunfo del mundo de las mallas y las habilidades especiales), además de hacer un cameo en la serie freaky-revelación de la temporada televisiva, como es Heroes (como conductor de autobus en el capítulo 16, si no me falla la memoria seníl).

Personalmente, y aunque algún día ahondaremos más en su biografía super-heróica, aquí os dejo con su participación más genial, la más larga y educante, precisamente no en una película Marvel sino en la muy comiquera Mallrats, de Kevin Smith. Disfruten, y como siempre se despide The Man... Excelsior!!

Mis muertes favoritas, 3

Una nueva entrega de nuestra sección más macabra, a la par que subyugante. En este caso, es más mítica la pre-muerte que la muerte en sí, pero tratándose de Harry el sucio sobran las palabras. En la primera de las entregas, así es como acaba con Scorpio, un asesino en serie que aterroriza San Francisco, y que está basado en el célebre Zodicac (el de la película de David Fincher de reciente estreno). Como curiosidad, Scorpio está interpretado por un jovencillo Andrew Robinson, el cardasiano Garak de Star Trek: Espacio Profundo Nueve. Disfruten con la locución original de Mr. Eastwood.

Idioticia en el siglo XXI

La idioticia como fenómeno no es nada nuevo, eso hay que reconocerlo. Los primeros indicios de Idioticia documentada se dan a principios del II milenio antes de Cristo, según restos arqueológicos hallados en 1815 por el profesor Hans de Copenhage, en la zona del levante fenicio más septentrional. Posteriormente, han sido varias las épocas de idioticia documentada y registrada, pero es sin embargo a finales del siglo XX y principios del XXI cuando la Idioticia alcanza cotas inauditas para la historia humana, y no solo en cantidad de propagación, sino en calidad incluso, ya que abarca prácticamente todos los aspectos de la existencia del Hommo Sapiens sobre la faz de este miserable planeta llamado Tierra. Lo que hoy conocemos como La Cultura del Idiota está extendida y rige nuestras vidas, haceros a la idea. Y ejemplos, de tantos que hay, rebasan todo análisis cuantitativo que se quiera realizar con precisión. Los peores ejemplos, a parte de la adoración a la estupidez como marca distintiva de moda, popularización del modelo estúpido como parámetro a seguir o los cánones de como ser un cretino moderno sin dejar que se te caiga el pantalón del todo, es cuando este estilo de vida basado en la estulticia es asumido por dirigentes populares y mandatarios en general. Así como el resurgimiento del sentimiento anti-DinkyWinky polaco apoyado por los Gemelos MalaSombra en una oleada de miedo al Gay universal que nos acecha, La Comisión británica para la Igualdad Racial (muy loable en sus postulados fundacionales) pidió la prohibición de publicar (más bien, reeditar) en Reino Unido el albúm de Herge Las Aventuras de Tintín en el Congo, por su racismo mostrado explícitamente en sus páginas. Por suerte, no solo no ha prosperado su propuesta, si no que han aumentado sus ventas un 3.800 % desde la publicación de la petición. De acuerdo que el comic en cuestión tiene partes cuestionables, y en su momento Hergé fue acusado de ser colaboracionista nazi, pero el comic es hijo de su época y a estas alturas, es estúpido y redundante prohibir un comic tan mítico, vendido y extendido, por tratar a los negros africanos casi como simios y básicamente lelos frente al ario Tintín, que si bien es cierto que la sutileza en esta obra brilla por su ausencia, no es más que un tebeo dentro de un contexto histórico de finales del colonialismo belga y la concepción minúscula de su mundo. El comic es racista, si, pero de una ingenuidad tal que no puede ser tomado en serio y debe ser asumido más como reflejo de las miras de una sociedad pretendídamente europea del periodo de entreguerras, supuestamente avanzada frente al tercer mundo africano, y en realidad más ignorante que los pobres leones a los despelleja Tintín con una sola mano. Y a diferencia de los defensores de la Idioticia, Tintín evolucionó con los tiempos, reflejando las inquietudes del europeo medio hasta bien entrados los setenta. Tanto preocuparse con reflejos de ignominia en los medios de masas, y descuidan hasta límites peligrosos e insultantes la educación y sus instituciones en nuestros paises presuntuosos de ser avanzados. Si esto no es el reinado de la Idioticia más exacerbante y recalcitrante, que sea meado por un gato en este preciso instante.

De romanos y de espadas míticas, cocinado por el Chef Manfredi

Sin ser un estreno tipo Blockbuster del verano, a finales de agosto se estrena en la piel de toro una adaptación al celuloide muy esperada por todos los lectores que disfrutaron de una de las mejores novelas históricas de todos los tiempo, La última legión, de uno de los autores más destacados de estos menesteres, Valerio Mássimo Manfreddi. La última legión trata de esclarecer históricamente el origen que pudo dar pie a las leyendas artúricas, pero es más que eso. De hecho, solo en la resolución final empieza a tomar cuerpo tal hipótesis, ya que el resto de la novela es un fresco claro y documentado de los últimos días del imperio Romano, un imperio sombra de lo que fue en el pasado y mortalmente herido por las pasiones bárbaras de las gentes del norte, que se habían introducido hasta las más altas cúpulas de poder militar y político. El que fuera oficialmente último emperador romano, Romulo Augustulo, de apenas 12 o 13 años de edad, es salvado por los pelos por un oficial romano, Aurelius (último vestigio de un mundo de honor representado por el estandarte romano), y su antiguo profesor y tutor, Ambrosinus, y tratarán de huir a la Bretaña, donde se mantiene la última legión fiel al emperador. No os cuento más, que os lo destripo y lo atractivo de la historia es ir descubriendo sus ramificaciones y conclusiones. El propio Manfredi ya comentaba en el prólogo del libro que lo había escrito con intención de que fuera adaptable para una buena película, y ese compromiso le ha llevado a hacerse cargo del guión, lo que a priori debería ser una garantía de, al menos, fidelidad. Producida por el legendario Dino de Laurentis (por la edad habría vivido este periodo...), dirigida por un desconocido Doug Lefler (al que por su anonimato le concederemos el beneficio de la duda), y protagonizada con Ben Kingsley (Ambrosinus) y Colin Firth (Aurelius), y la hiper bella Aishwarya Rai (reina de Bollywood, y los ojos más cautivadores del lejano oriente). Aparece también el "romano" Kevin McKidd (Lucio Voreno en la serie de Roma), John Hannah, y Alexander Siddig (Doctor Bashir en Star Trek: Espacio Profundo Nueve). Desde aquí ya afirmo que el libro es grandioso. Mandredi es autor de, entre otras, la trilogía de Alexandros, sobre Alejandro Magno, El Tirano (sobre Dioniso de Siracusa, tirano griego de Sicilia), y más recientemente, El imperio de los dragones, donde especula sobre la posibilidad del contacto de legiones romanas con el Imperio chino. Destaca de otros autores de novela histórica (muy abundantes hoy día donde la morralla abunda disfrazada de novela histórica escrita por cualquier patán sin conocimientos), ya que el tipo es arqueólogo y profesor de la universidad Luigi Bocconi de Milán, ha participado en numerosas excavaciones, y se centra siempre en el mundo clásico. El tipo en ese aspecto es de fiar. Y además sabe escribir, es muy ameno, y entretiene a la par que instruye.Otro cantar será la película, que esperemos sea todo lo fiel posible a la novela y no caiga en concesiones al respetable (no tanto la mayoría de las veces), y nos haga pasar un buen rato rememorando la lectura de este novelón. Los que ya la hayáis leído, bien por vosotros, y los que no, adelante. Para más información sobre la película, aquí. Y para aprender algo más sobre el autor e iniciarse en su lectura, aquí.

Conoceté a ti mismo

Si ya lo pusieron los siete sabios en el frontispicio de Delfos, en la Grecia clásica: gnosti te autvn, o lo que es lo mismo, conoceté a tí mismo. Y nada mejor que saber, en caso de que las circunstancias actuales se torciesen, que supervillano serías tú. Si, si, pensaras que vaya chorrada sin utilidad, pero... ¿seguro que no te lo has planteado más de una vez? Saber quien sería tu némesis en el universo superheróico, como sería tu indumentaria de villano loco. Cuidado con tus ideas predefinidas, ya que aunque siempre quisiste ser el Joker, resulta que a lo mejor eres Mística, y eso haría plantearte un par de cosas sobre tu existencia. Simplemente, rellena este cuestionario (eso sí has de controlar un poquillo de inglés, me temo...), y averigua que supervillano llevas en tu interior luchando por salir... O quizá, tienes el día más heróico que malévolo, también puedes saber que superheroe se esconde dentro de ti. Para saber si llevarías antifaz, o el color de las mallas... has de sincero con este quiz. Y que San Eisner nos asista.

Diario de un advenimento

Lo de este tipo con la promoción empieza a rozar, o la genialidad, o el absurdo más desbocado. Después de la imagen subliminal en un trailer (+ info aquí), Snyder sigue la senda de la publicidad más oculta, y no por ello con menos alcance, de su hiper-esperada adaptación de Watchmen. Al estilo un poco del desarrollo Dark Night, con una página en continuo desarrollo, han colgado una web que viene a ser los Diarios de Rorschach, el personaje del Test permanente en la cara. En ella solo se vé un simbolo enigmático formado por dos R... ¿solo? No, pues si pinchas, le mandas un mail, todavía no se sabe con que propósito. Pero si seleccionas abajo del todo, cada día, o al menos cada cierto tiempo, aparece un mensaje en morse, con frases más o menos enrevesadas o intrigantes.

Lo cierto es que hay que tener bastante tiempo libre para estar pendiente y descifrarlas todas, pero no os preocupeis, que ya lo hacen por vosotros. Aquí vereis las frases y su posible explicación. Para que os hagais una idea, en uno de ellos aparecen unos números, que utilizados como longitud y latitud respectivamente, poniendolos en el Google Maps (u otro programa de coordenadas cartográficas) nos indica el cruce de la 40ª con la 7ª Avenida de Nueva York, donde en el quinto número del comic, el personaje contempla a una pareja importante en el desarrollo de la historia. A ese nivel llegamos.

Puede parecer excesivo y rebuscado, pero la verdad es que es inteligente y te deja intrigado. Mola, ¿eh?

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Actualización: Resulta que esta página es un poco bluf, ya que no es propiedad de la distribuidora de la película ni de sus creadores, sino de una agencia de publicidad muy fan, que ha aprovechado para fantasear su propia promoción. Tal vez con el tiempo, los productores se la compren y sí sea oficial, pero por el momento es otro fake. Y a este paso me van a tachar de ingenuo por ser mi segundo fake en mi trayectoria. Y como no hay dos sin tres...

La sinergia entre medios, yuxtaposición de caracteres, y un resultado psico-inverso

No, no hemos invitado al pesado de Jodorowsky a este nuestro blog, pero tenía que poner un título rimbonbante para llamar la atención, y de momento da el pego. El caso es comentar la interacción entre medios, y como una vez cada varios lustros, se dá una situación de armonía casi bíblica.

Hace unos años, Marvel publicó un comic que ha marcado época a nivel de ventas, y a nivel de concepción. Dentro de una renovación de los clásicos conceptos de Marvel y sus personajes, pero en planteamientos actuales y recontando su origen, lo que vino a llamarse la línea Ultimate, llegó la versión ultimate de los Vengadores, grupo superheroico por antonomasia de la Marvel. Desde el principio, sus autores, Mark Millar y Brian Hitch, tomaron la perspectiva de como sería una película de gran presupuesto con estos personajes, con la espectacularidad y ritmo del celuloide, presentación de personajes, etc. El Capitán América, Iron Man, el Hombre Gigante, la Avispa, Thor y Hulk eran revisionados como equipo de élite de Shield, organización para la seguridad mundial, dirigida por Nick Furia, siendo guiados a acciones concretas y no como grupo independiente, con un tratamiento muy realista de los medios y sus consecuencias.

Una de sus características más reconocibles es que, gracias al dibujo fotorrealista de Hitch, tomaron como modelos para los personajes a actores reales vivos, en un ejercicio de metalenguaje-divertimento, y de paso lanzarla para el futuro. Incluso en una escena, los personajes hablan de qué actores harían de ellos mismos en una hipotética película, lo que no deja entonces lugar a dudas.

Habría quedado en eso, divertimento, pero con el aluvión de adaptaciones Marvel que nos avecina, desperdiciar tal oportunidad para ganarse más fáns aún hubiera sido un auténtico desperdicio. Y he aquí, la oportunidad. En la próxima película sobre Iron Man, de estreno a mediados de 2008, el personaje de Nick Furia, director de Shield, estará interpretado por Samuel L. Jackson, el tipo que había sido modelo para su versión ultimate, y de hecho el más reconocible, ya que el dibujo es clavado. Y no solo queda bien, a pesar de cambiar de color al personaje (el original de los 60's era blanco), aunque eso ya pasaba en el comic. En dicho comic, se especulaba con Johnny Depp como Iron Man, aunque en la película será Robert Downie Jr, que tampoco queda mal. Como hecho curioso, a finales de los 90's ya se hizo una adaptación (más bien el piloto de una serie que jamás llegó a hacerse) de las aventuras de Nick Furia en solitario, con David Hasselhoff (!!!!) como el aguerrido agente, y no quedaba mál el tipo (aunque la película fuera más chunga que un boniato carcomido).

El caso es que el trasvase entre géneros se ha completado, y en un mundo donde se especula de Ridley Scott podría hacer una película sobre el Monopoly, ya nada puede sorprendernos. Esperaremos hasta 2008 para ver al general parcheado con más mala leche del comic.

Para más info sobre el comic, aquí.

Mis Muertes Favoritas, 2

En este caso, es más pelea + muerte, que es lo que suele ser en estos casos de muerte espectacular, pero aquí con más razón. Bruce Lee enfrentándose al tipo este manco de mano intercambiable, esta vez con garra tipo Lobezno (momentos antes llevaba una garra de oso, ¿a quien se le ocurriría esto de la garra de oso?¡Es genial!). Esos espejos, esa lanza, esa puerta que gira... y el gran Buce Lee con los tajos en la cara probando su propia sangre... ¿Que más podéis pedir, malditos?