En un nuevo intento por ser más papista que el papa, en el Cybernáculo nos hemos puesto el criticón por montera, e inauguramos una nueva sección cinéfila para solaz del lector de a pie, y regocijo de mentes inquietas y apresuradas.
¿Harto de críticas y reseñas de cine que se tardan más en leer que un análisis pormenorizado de las Páginas Amarillas? ¿No puedes soportar la pedantería de tipos que piensan que cuanto más escriban, más van a demostrar lo mucho que saben? ¿Solo tienes un ratillo, y ese mismo es de oro? Si es así, esta es tu sección.
En Súbitas de cine críticas, en apenas una frase o dos te contamos todo lo que necesitas saber para enfrentarte al visionado de la película en cuestión, y garantizamos 100% libre de spoilers, lo que en la blogsfera ya es mucho prometer. ¿Que no profundizamos? De eso se trata. ¿Que en el fondo, es otra pedantería pensar que con un par de palabras vamos a condensar toda una historia de dos horas? Por supuesto. Nada de estrellitas, valoraciones del 1 al 10. No, no. una frasecita, y ya.
Hasta aquí no hemos llegado para negar; solo afirmamos. Por ello, manos a la obra. Y que mejor para empezar, que una de las películas de las que más charletas ha generado en la red.
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Chulona y sincronizada como un reloj, pero excesivamente realista.
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