"Quería hacer un superhéroe adolescente, con problemas económicos, preocupaciones familiares y toda clase de complejos juveniles... `Ni se te ocurra publicar algo así –me dijo mi jefe–. Además, la gente odia las arañas.´ Lo publiqué a sus espaldas en una serie que íbamos a cancelar, el típico número al que nadie presta atención, y puse a Spider-Man en portada.
Fue el cómic más vendido en muchos meses."
¡¡Toma, editorucho!! ¿Quién es tu papi, eh?
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