Si tu cuerpo te pide marcha, pero tus caderas crujen quejándose con chasquidos al compás de tus saltitos... ¡No las escuches! La edad no es límite para sentir el ritmo en el cuerpo, y todo momento en bueno para marcarse un baile, aunque sea tuneado.
Es por ello que existe un grupo llamado Young at heart (como no podía ser de otro modo), compuesto por octogenario marchosos y que se dedican a versionear hits de todas las épocas, bailables a ser posible, a su manera. Y no se cortan, con un poco de Bee Gees, Ramones, Gloria Gaynor, Talking Heads, etc. Eso sí, rebajando un poco el ritmo, que sus muy apuradas gargantas tienen un límite... aunque sus caderas no.
Otros en la misma onda son The Zimmers, también con marcha hasta la tumba, que se dejan caer (es un decir...) con los Who, Prodigy, y cosillas así, tranquilillas.
Cuando sea un sesentón (como decían los de Liverpool), yo quiero ser así. Por lo menos.
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