La etapa de Green Lantern (Linterna Verde) dibujada por el mayúsculo Dave Gibbons allá a mediados de los ochenta, con guiones de Lein Weins. Dicho así parece poco, pero creedme, no lo es. Gibbons es un dibujante que se prodiga poco (de hecho, lo hace más en su faceta de guionista), pero que cuando lo hace sienta cátedra. Suyo es el arte del elevado a los altares Watchmen, y ya solo por eso se había ganado el cielo. Pero el tipo hizo más cosas.
Esta etapa en Linterna Verde es de lo mejorcito de este personaje, ya que ahonda en la problemática de Hal Jordan de ser miembro de un cuerpo de élite estelar, y a la vez superhéroe en la tierra y humano con emociones en general, acabando cuando este abandona el anillo esmeralda y pasa el testigo a John Stewart (luego lo recuperará y se mantendrán ambos Green Lantern, pero eso es otra historia). Y en cuanto a dibujo, es simplemente grandioso y definitorio de este personaje, a pesar de llevar ya varios lustros creados. Su trabajo en esta colección se reduce a más o menos 10 o 12 números, pero ellos solos valen su peso en oro.
Su publicación en el Imperio fue bastante errática, empezando como complemento a la serie de Flash (bastante maja en general, pero más floja) y pronto siendo más popular incluso que el cabeza de colección. Viendo esto, y las cartas de fans reclamando su publicación por separado, la editorial Zinco (editorial que publicaba DC en aquellos años de hombreras y heavys de cardados galopantes) decidió continuar esta saga en su propia colección, iniciada un año antes con historias clásicas del personaje. Solo quedaban siete números, pero al menos el trabajo estaba hecho.
Tal vez Planeta, editorial actual de DC Comics, algún día se decida a editar esta etapa por sí sola en tomo (pero no en Absolute, por favor), y puedan disfrutar de ella las nuevas generaciones, ya que Green Lantern está teniendo un importante resurgir a nivel artístico y de ventas.
Y a modo de reflexión, continuar con algo más acerca de Gibbons. Y es que el tipo ha trabajado con los más grandes. Aparte del célebre Watchmen, también trabajó con Alan Moore en la que posiblemente sea la mejor historia de Superman jamás escrita, El Hombre que lo 
tenía todo, un anual editado tambien en los años aquellos, con Batman, Robin y Wonder Woman como invitados al cumpleaños del hombre de acero. La historia, sin animo de caer en el spolier, cuenta como estos encuentran a Superman en un estado de animación suspendida gracias a una planta que parece brotarle del pecho, y que le hace vivir internamente sus mayores deseos, que en caso de Superman es vivir en un Kripton jamás destruido y haber formado su perfecta y kriptoniana familia.
También con Moore hizo algunos relatos sueltos de los Green Lantern Corps.
Con Frank Miller perpetró la serie de Martha goes to Washington, Martha goes to War y Martha saves the World, que no llegan a la genialidad de sus trabajos con Moore, pero son igualmente destacables. Últimamente, participó en los comics basados en el Universo Matrix (no editados en castellano… ¡Malditos!), y en su obra total (por ser guión + dibujos de él mismo) The Originals, sobre moteros mods y rockers en una especie de retro-futuro en blanco y negro, de impecable factura aunque algo menor reseñable historia.
En definitiva, un autor muy destacable (sobre todo en su faceta dibujante), que ha dejado huella indeleble en el noveno arte.
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2 comentarios:
He de leer ese comic de superman. Como siempre, el señor oscuro del Averno (Cyberno), lo hará posible.
(Lo que quieras cuando quieras).
Y yo he de leer los tropecientos nuevos que tienes de Linterna Verde.
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