Es imposible mantener un blog de cine y/o comics, aunque lo traten tangencialmente, y no hablar de The Dark Knight, el nuevo (y al parecer, definitivo) Batman celuloiditico.
Sin entrar a valorar, criticar o subir a los altares a la película en cuestión (eso es labor de otro momento), haremos un repaso a parte de la campaña de marketing de la cinta, una de las más brutas nunca vista, concretamente el tema de los posters y carteles.
Después de varias estrategias virales ingeniosas y resultones, con premio incluido (como la que descubrías la cara del Joker tras un cartel de la campaña de Harvey Dent, páginas derivadas y demás, amén del goteo de imágenes, especulaciones, fakes varios (de los que el Cybernáculo se zampó uno con toda su guarnición), quedan para la posteridad una serie de carteles cuyo diseño va de lo vanguardista a lo inquietante, resultón, alguno forzado, y otros simplemente molones. Aquí está una retrospectiva de ellos para el museo cinéfilo del murciélago.
Dedicado al roedor con más mala leche de Gotham.
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