Extractos de los archivos personales del Doctor en Arqueología Henry Walton Jones Junior, de la Universidad Marshall de Connecticut, y del profesor de Literatura Medieval Henry Jones Senior.
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Arca de la Alianza:
Cofre o receptáculo de acacia negra, en el que según el Antiguo Testamento se guardan las tablas de la ley que Moisés recibió de Dios en el Monte Sinaí. Según la Biblia, su trayectoria se pierde en la época del rey Salomón (último rey de Israel, periodo 900 a.C.).
Existen teorías que afirman que permanece oculta en Jordania, aunque recientes estudios arqueológicos se inclinan más por Etiopía. Investigadores de la Universidad de Hamburgo han encontrado allí restos del palacio de la legendaria reina de Saba en la ciudad santa de Axum, en el estado federado de Tigray, al norte del país. Allí, en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión, estaría custodiada por la única persona autorizada para verla o tocarla, un sacerdote descendiente directo de los levitas, la tribu de Israel responsable de su cuidado desde que fue construida para acoger los Diez Mandamientos.
La religión Copta de Etiopía asegura que de la breve relación entre la reina de Saba y el rey Salomón nació un hijo, el futuro Menelik I, rey de Etiopía, quien presuntamente llevó el Arca de la Alianza desde Israel a su país.
Otras teorías consideran que las ruinas de la ciudad de Tanis podrían ser el emplazamiento donde se encuentra guardada el arca, pues según conclusiones históricas, fue un sitio popular en el pasado por la presencia de oro en sus tumbas, además por ser el lugar donde el faraón Shisnak guardó la arca robada al Templo de Salomón.
Para ampliar información.
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Piedras Shivalingam:
Piedras objeto de culto sagrado en la religión hinduísta y bhramánica de la península antiguamente conocida como el Indostaní (subcontinente indio), también llamadas piedras de Shankara.
Su origen procede de las teogonías religiosas imperantes entre sus habitantes, y principalmente en las figuras de tres deidades importantes: Shiva, Bhrama y Vishnu. Se supone que recogen la energía primitiva del Creador.
Culto Thuggee:
El culto Thuggee, secta secreta que floreció en la India de la época colonial, es reconocida por sus peculiares rituales y sacrificios a la diosa Kali, mediante estrangulamiento de sus víctimas. Perseguida en la década de 1830 por el ejercito colonial inglés, y dada por desaparecida, tenía entre sus filas a muchos brahmanes y respetables hombres de negocios.
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Santo Grial:
Sin referencias directas en La Biblia, los primeros indicios aparecen en el siglo XIII, con el poema épico Parzival de Wolfram von Eschenbach, primera evidencia de la vinculación del Santo Grial con la orden de los templarios y las cruzadas medievales.
De hecho, los caballeros italianos de esta orden aseguraron en 1995 que el legendario cáliz se encontraba bajo su custodia en Roma desde los años setenta, en contraposición al descubrimiento del psicólogo británico Graham Phillips, quien aseguró haber encontrado el legendario cáliz en un viejo desván de una casa de campo de Rugby (Inglaterra).
En la Catedral de Valencia aseguran albergar el original, y como tal fue utilizado en 2006 por el Papa Benedicto XVI en su visita a la ciudad.
Los nazis, tras crear una organización concebida bajo el nombre de Ahnnenerbe en 1935, y cuyo único fin fue el de encontrar reliquias arqueológicas que demostraran la superioridad de la raza aria, intentaron hacerse con ella, pero con poco éxito; incluso Hitler preparó un sitio exclusivamente para recibir dicha reliquia sagrada.
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La calavera de cristal de Akaton:
Provenientes de las culturas azteca y maya, están relacionados con los Itzas, un pueblo que, según la leyenda, provenían de la Atlántida o el espacio exterior, y trajeron en ellas el conocimiento a la Tierra. Tres de las trece calaveras que presuntamente existen, capaces de hablar y cantar, se encuentran en los museos Quai Branly de París, el British Museum de Londres y el Smithsonian de Washington, aunque estudios posteriores han demostrado que podrían esta talladas, probablemente, en Europa en el siglo XIX.
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