Evidentemente, algo estamos haciendo mal. Tal vez sea algo en el agua, las radiaciones de los teléfonos móviles o el abuso de la comida calentada en microondas; está claro que algo anda mal. Hace 50 años, el nivel de escolarización era más exiguo, habiendo zonas de analfabetismo más generalizado, y no solo en España, sino en todo el territorio conocido como Civilización Occidental (Europa y América del Norte, el llamado Primer mundo). Con todas las ironías y paradojas que conlleva, actualmente nos jactamos de tener los más altos índices de escolarización de menores en toda nuestra historia, pero algún otro factor debe estar en juego, pues las cuentas no salen.
Este fin de semana pasado fue Carnaval, y pudimos ser testigos de confusiones (o muestras de ceguera intelectual más bien). Un tipo disfrazado de cruzado templario medieval, con todo lujo de detalles, y un chaval le saluda (un tanto desafiante, la verdad), "Que pasa, Julio César".
Otro va de romano, y un sonriente con su pareja, increpa, "¡Como va todo, pirata!".
Y como rúbrica, según una encuesta realizada en Inglaterra (con lo que no parece ser un fenómeno aislado a nuestra isla), se sacan en conclusión varios datos y porcentajes, muy interesantes:
23 % de los encuestados creen que Winston Churchill (primer ministro británico entre 1940/45 y 1950/55) es un personaje de ficción.
58 % afirman que el detective Sherlock Holmes, de las novelas de Arthur Conan Doyle, es un personaje real.
47 % niegan que Ricardo I, Corazón de León, fuera nunca rey de Inglaterra.
Lo curioso, tras estos datos tan esclarecedores, es que al mismo tipo que iba disfrazado de templario, mientras el jovencillo le confundía con el célebre general romano, un tipo de edad mayor, con indicios más que claros de ser consumidor de estupefacientes (que forma más elegante de definir a un yonki), mientras le intenta golpear, le clama "¡A donde vas, cruzado templario!". El chaval en edad escolar (rondando los 16 años) no distingue un huevo de una castaña, y el otro tipo, a pesar de los estragos de la heroína y el alcohol, reconoce a la primera al entusiasta de la cruz roja en el pecho.
¿Es algo en el aire, pues? ¿Las reformas educativas son para peor, o literalmente embrutecen en lugar de mejorar? Uno no sabe que pensar, pero lo que desde luego es cierto es que una sociedad más analfabeta (peor educación), embrutecida (con fútbol a todas horas) y absolutamente carente de criterio (tiranía de las marcas y la publicidad), es, de lejos, muchísimo más fácil de gobernar.
2 comentarios:
tienes toda la razon. los politicos son los culpables de que la juventud solo piense en beber, fumar porros y meterse coca.y enseñan a nuestros hijos otras culturas aunque no sepamos ni donde esta teruel.porque no enseñan filosofia desde los 5 años en lugar de la puta religion que sodomiza el cerebro de los miedosos.hagamos museos en las iglesias o albergues internacionales.
Anonimo, ¿porque responsabilizas a la religión?
No seamos borregos y dejemos de pensar de una vez lo que nos cuenta la SGAE,el nuevo gurú del progresismo de palo (Al Gore)o el copón de bullas.
La vida es el Ying-Yang, ni blanco ni negro. Ni todo museos, ni todo gran hermano ni documentales de La 2.
Y como esto es así, siempre habrá gañanes y gente culta con inquietudes.
Por eso cada uno decide, esa es la grandeza de todo.
NO seamos fascistas (no en sentido politico, sino cultural)y pensemos que el museo y el saber es lo mejor y desechemos gran hermano, que a mi particularmente, me divierte cuando llego a casa del trabajo y no tengo la cabeza para diatribas filosóficas.
Non nobis domine...
Ego Sum
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