Que cada día estamos más cerca de la colonización de otros mundos es un hecho, pero lo que no podríamos imaginar es que estábamos tan cerca, hasta el punto de poder disfrutar, en teoría, de unas buenas hortalizas 100x100 marcianas. Y riete de la agricultura ecológica.
A tenor de los resultados obtenidos gracias a la sonda Phoenix, que aterrizó en el planeta rojo a principios de junio con el objetivo estudiar la hidrogeología del planeta rojo en altas latitudes durante al menos tres meses, los investigadores a cargo del proyecto han desvelado las primeras (y sorprendentes) conclusiones.
Analizando los nutrientes del suelo marciano, se ha descubierto una presencia alcalina mayor de lo previsto, desprovisto a priori de elementos tóxicos para el ser humano, concluyendo que es un tipo de suelo ideal para cultivar espárragos.
Si, como lo oís. Cuando los viajes espaciales estén un poco más perfeccionados, habrá que llevarse menos provisiones de las inicialmente previstas, ya que el tema de la crema de espárragos, los espárragos trigueros a la plancha y los célebres "Cojonudos", está solucionado.
Y ahora que lo pienso, ¿seguirán siendo "cojonudos" los "cojonudos" de Marte? ¿Con ese tronco tan sabroso desprovisto de molestas fibras? Y el orín de marciano, ¿olerá como cuando has comido espárragos? ¿Fue esa la causa de su extinción? ¿Por eso se les representa siempre verdes?
Todas las respuestas a estas preguntas sin ídem, quizá en el futuro.
Fuente: El País.