16.4.10

Contén tu entusiasmo, y admite la realidad del asunto: prácticamente todo el mundo es idiota

Hay que hacerse a la idea, ya que de esta manera te será más fácil vivir. No importa cuanto estúpido seas; es muy probable que por ahí ande otro que lo sea un poco más.
Si eres un maldito neurótico, deja de hacer millonario a tu psiquiatra (algo más propio del otro lado del charco, la verdad, pero como todo lo malo de EE.UU., lo importamos rápido). Fíjate bien y verás cuan neuróticos, acomplejados e irascibles son los que te rodean. Y volverás a la misma conclusión: pero que idiotas somos todos.
Y como eso es algo que va a ser muy complicado de cambiar, mejor vivir con ello y al menos divertirse. Eso es exactamente lo que hace Larry David en su serie Curb your enthusiasm (Contén tu entusiasmo, aunque aquí han decidido denominarla, más prosaicamente, El Show de Larry David), en pequeñas dosis de 30 minutos, a diez píldoras por temporada.
Saboreando las mieles del éxito (fue uno de los creadores de la estadounidense Seinfield), David se interpreta a si mismo como millonario que no tiene otros problemas más que los que se presentan en una vida fácil y con demasiado tiempo libre. Rodada en un estilo documental, sin artificios cinematográficos (los mínimos arreglos de iluminación, montaje, etc), no existe un guión establecido. Todo se basa en la improvisación de los actores en una situación dada, dejando fluir el esperpento de la pura realidad de la sociedad americana, con sus hipocresías, obsesiones y delirios como hilos conductores. Al principio puede parecer poco más que un vídeo casero, pero el enredo de las situaciones y ver como la bola de nieve cada vez se hace más grande, merece realmente la pena. David es un tipo brusco, no se calla lo que piensa, y puede que algo falto de tacto, pero su choque de bruces con la realidad no deja títere con cabeza, empezando por él mismo, y terminando por el establishment televisivo actual.
Maltratada por la TV de nuestro país (se ha emitido de madrugada y de mala manera), siempre nos queda el DVD y la sacrosanta red para poder disfrutar de ella sin horarios. Y así poder descubrir como toda situación embarazosa, es susceptible de empeorar. Y mucho.