27.2.08

Mis muertes favoritas, 6

Muerte por doquier, en este caso por balasera extrema. Posiblemente, la escena de tiroteo en el Oeste (con mayúscula) más brutal y conceptual, con permiso de San (y Sam) Peckinpah. Atraco frustrado en Forajidos de Leyenda, de 1980 de Walter Hill. Véase bien la huida del pueblo donde son acorralados, que es de disfrute visual mayestático.
Sonido ambiente de balas y voceos sin música, balas cuyo rebufo se oye un rato antes de impactar, cámara lenta en impactos cruciales, relinchos desesperados y ralentizados...
Para su disfrute.
Si quieren echar un vistazo a un análisis más pormenorizado de la obra en cuestión, no dejen de pasarse por El Diablo en la Botella, en un ejercicio de simbiosis temática, y complementaria cada una en su ámbito.
Sea.

15.2.08

No seré yo menos: BIG CULO DAY

En un movimiento táctico sin precedentes, una iniciativa puede unirnos a todos. El amigo Jotacé lo ha hecho, una vez más, y se ha erigido portavoz de una generación descontextualizada.
Continuando su propuesta, allá vamos...
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FELIZ BIG CULO DAY, COMPAÑEROS!!
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Aquí dos, que no he podido elegir solo uno. Uno real, otro comic (en un ejercicio de metalenguaje donde la realidad y la ficción van unidas en una paradoja galopante), pero ambos Big Culo. Para ello, la reina del culo comiquero, la incombustible y neumática WonderWoman, la única y verdadera.
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Modo comic (y momento Bondage, fijate, de regalo)
Ahora, modo "real", un tanto fajero, pero no por ello menos estimulante. Y que no decaiga, señores.

La calavera de cristal de Harrison

Aquí está, sin más demora, el primer teaser de una de las películas más esperadas por las juventudes ochenteras que por aquí pululan (que son mayoría, temo), Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. Vale que Harrison está mayorzote, que su hijo es el "nomepuedoestarcallado" de Transformers, que algunas escenas cantan un poco a ordenador... pero el que está detrás de todo es el tío Steven, y eso son palabras, no ya mayores, sino mayorzosas. Aquí no se puede ser objetivo, es oír la musiquilla de John Williams y emocionarse sobremanera, ver ese sombrero polvoriento y el látigo herrumbroso, y dejar caer una lagrimilla... No puedo seguir, simplemente vedlo y disfrutar.

14.2.08

El sinuoso velo de la hipocresía ataca de nuevo

Es curioso contemplar como, mientras científicamente y tecnológicamente avanzamos de manos del progreso hasta límites que solo son definidos por nuestra imaginación, y cosas que hace unos años pensábamos imposibles se hacen con aparatos que caben en la palma de la mano, el ser humano, moralmente, va hacia atrás como los cangrejos, y la hipocresía y el conservadurismo más involucionista no permiten que la evolución natural del pensamiento siga su curso con normalidad, en una época precisamente que podemos discernir razonablemente ciertas opciones y discursos, que aparentemente hemos alcanzado cotas de comprensión como nunca en nuestra historia, ciertos individuos se obcecan en involucionar por imposiciones y tejemanejes más propios de épocas medievales oscuras que del siglo XXI.´
En la línea de las manifestaciones en contra de los matrimonios gays, la adopción por parte de estos, las críticas al aborto (lideradas por hombres que no tienen útero... curiosa paradoja, ¿verdad?), la hipocresía avanza sinuosamente en nuestra sociedad, eminentemente desde anglófilos homúnculos, valorando que un niño no pueda ver una teta (que al fin y al cabo es lo primero que ve de cerca en sus primeros días de vida al recibir de ella su alimento primigenio), pero que sin embargo contemple mutilaciones, violencia injustificada al alcance de cualquiera, y otras lindezas tanto por internet como en la televisión o videojuegos.
La última, desde Londres, cuna del Swinging Cool de los 60's, pero comparsa de EE.UU. desde un tiempo a esta parte. Según informa El país, el metro de la capital británica se ha negado a publicitar una exposición del pintor renacentista italiano Lucas Cranach el Viejo (1472- 1553), porque en el cartel aparece uno de los retratos del artista de una joven desnuda, cubriéndose con un velo transparente. El cartel, el que aquí se muestra.
Como podéis ver, toda una apología de la pornografía. La dirección del suburbano londinense a declarado que se trata de un medio de transporte utilizado por mucha gente diferente, incluidos niños, y puede herir sus sensibilidades. Un par de mamas no muy prominentes, y un pubis (que no vagina, ya que esta no se ve al tener las piernas cerradas) ligeramente rasurado, de lo que parece una adolescente del Renacimento, una época donde una chavala de 14 años podía (y debía) tranquilamente casarse con un tipo 20 años mayor.
Pues no, ahora se escandalizan (esta gente no ha oído hablar del contexto histórico, por lo visto), y no se puede ver, siguiendo demonizantes prefectos del desnudo humano (de ambos sexos).
¿Es esto evolución moral, que hace 500 años nadie (salvo el Papa y la Iglesia Católica, claro) se escandalizaba de ver una Venus desnuda, y ahora un niño corre el riesgo de arrancarse los ojos si de camino al colegio en el metro contempla este cartel en el anden de su parada?
Por favor, evolucionemos en base a la tolerancia y el racionalismo, no con la hipocresía, la falsedad y la intolerancia como bandera.

13.2.08

Él se vuelve Ella. Long life to Photoshop!

Cuando en una comedia americana quieren ser extremadamente graciosos, o meten a un niño cabroncete, o transvisten a un actor con fama machote. Pero para no dejarse todo el presupuesto en maquillaje (eso es cosa de Eddie Murphy), que mejor que el PhotoShop, la herramienta con la que Dios habría creado el mundo en un par de días (como no tenía ni ordenador, así le fue la cosa).
Aquí, lo que se puede hacer con el susodicho. Disfruten de la selección, (aquí completa), donde él se vuelve ella, gracias a unos cuantos pixeles bien colocados. Agarraos la mandibula, no se os vaya a caer a carcajadas.

4.2.08

Misterios sin resolver, Proyecto 3: Algo estamos haciendo mal

Evidentemente, algo estamos haciendo mal. Tal vez sea algo en el agua, las radiaciones de los teléfonos móviles o el abuso de la comida calentada en microondas; está claro que algo anda mal. Hace 50 años, el nivel de escolarización era más exiguo, habiendo zonas de analfabetismo más generalizado, y no solo en España, sino en todo el territorio conocido como Civilización Occidental (Europa y América del Norte, el llamado Primer mundo). Con todas las ironías y paradojas que conlleva, actualmente nos jactamos de tener los más altos índices de escolarización de menores en toda nuestra historia, pero algún otro factor debe estar en juego, pues las cuentas no salen.
Este fin de semana pasado fue Carnaval, y pudimos ser testigos de confusiones (o muestras de ceguera intelectual más bien). Un tipo disfrazado de cruzado templario medieval, con todo lujo de detalles, y un chaval le saluda (un tanto desafiante, la verdad), "Que pasa, Julio César". Otro va de romano, y un sonriente con su pareja, increpa, "¡Como va todo, pirata!".
Y como rúbrica, según una encuesta realizada en Inglaterra (con lo que no parece ser un fenómeno aislado a nuestra isla), se sacan en conclusión varios datos y porcentajes, muy interesantes:
23 % de los encuestados creen que Winston Churchill (primer ministro británico entre 1940/45 y 1950/55) es un personaje de ficción. 58 % afirman que el detective Sherlock Holmes, de las novelas de Arthur Conan Doyle, es un personaje real. 47 % niegan que Ricardo I, Corazón de León, fuera nunca rey de Inglaterra.
Lo curioso, tras estos datos tan esclarecedores, es que al mismo tipo que iba disfrazado de templario, mientras el jovencillo le confundía con el célebre general romano, un tipo de edad mayor, con indicios más que claros de ser consumidor de estupefacientes (que forma más elegante de definir a un yonki), mientras le intenta golpear, le clama "¡A donde vas, cruzado templario!". El chaval en edad escolar (rondando los 16 años) no distingue un huevo de una castaña, y el otro tipo, a pesar de los estragos de la heroína y el alcohol, reconoce a la primera al entusiasta de la cruz roja en el pecho.
¿Es algo en el aire, pues? ¿Las reformas educativas son para peor, o literalmente embrutecen en lugar de mejorar? Uno no sabe que pensar, pero lo que desde luego es cierto es que una sociedad más analfabeta (peor educación), embrutecida (con fútbol a todas horas) y absolutamente carente de criterio (tiranía de las marcas y la publicidad), es, de lejos, muchísimo más fácil de gobernar.
Visto a quien beneficia el delito, visto el culpable.